Poder compaginar los roles de madre, profesional y mujer es el sueño de todas, pero para lograrlo es necesaria mucha fortaleza, paciencia y convicción puesto que en ocasiones la cosa se torna un tanto difícil, es por ello que vemos mamás sumamente agotadas, desmotivadas, con sobrepeso y estrés crónico. Todo radica en el estilo de vida que se lleva a partir del nacimiento de nuestro hijo, eso es lo que se debe modificar para alcanzar el equilibrio y satisfacer todas y cada una de nuestras facetas.
Jhon Maxwel, coach de liderazgo dice: “nadie puede dar lo que no tiene” y en referencia a esta frase podemos decir que si en nuestra cotidianidad no existe un balance, coordinación y cuidado sobre nosotras mismas, no podremos desempeñarnos efectivamente en las diferentes tareas que conlleva ser mamá. Tenemos que dejar de cometer el error de sacrificarnos en cuerpo y alma queriendo ser las madres modelos ya que eso inclusive afecta negativamente nuestra salud.
Las reglas básicas para no perder nuestra esencia y ser madre y mujer al mismo tiempo son las siguientes:
Buscar tiempo a solas
No es cuestión de si se puede o no, es cuestión de generar un espacio de tiempo dedicado para ti como necesidad vital en tu equilibrio emocional ya que, de no hacerlo, corres el riesgo de colapsar e incluso caer en depresión.
¡Deja las excusas! No tienes porqué sentirte culpable de regalarte un break. Comienza a distribuir mejor tus responsabilidades para que te dé chance de hacer algo que te guste, mimarte o consentirte. Aquí la idea es que no pierdas tus roles de madre, ama de casa, trabajadora y mujer. Planifica actividades sencillas o más elaboradas para tu disfrute, como ir a la peluquería, hacer ejercicios, dedicarle una hora a tu proyecto personal o planear unas vacaciones al destino que desees.
Maximizar tus recursos
Hacer mucho con lo poco que tengas, incluido tiempo, presupuesto o espacio. En ocasiones nos complicamos por las altas expectativas que de pronto, en ese momento, cuando eres madre no son tan fáciles. Por ejemplo, quieres ponerte en forma pero tu bebé está muy pequeño y te da miedo dejarlo con alguien más, la solución para estar satisfecha en ambos aspectos podría ser buscar rutinas caseras, adaptar un espacio de tu casa como Gym improvisado o contratar un entrenador personal.
Sé feliz con lo que tienes y disfruta esta etapa. Los niños serán pequeños solo una vez, de hecho crecen muy rápido así que aprovecha el tiempo.
Buscar aliadas
Para poder regalarnos un tiempo a solas, salir en pareja, con amigos o sencillamente descansar, necesitarás de aliadas con quien intercambiar tareas y planificar turnos para cuidar a los niños. Familiares, amigas u otras madres que también quieran un break de sus responsabilidades. Un día tú y un día ellas, ese sería un buen acuerdo ganar-ganar para todas las partes.
Claro, debe ser alguien de confianza para estar tranquila al dejar a tu hijo, pero en líneas generales esta es un excelente opción a considerar.
Ser creativa
La creatividad dentro de la maternidad es muy útil para aprovechar cada segundo disponible con los niños, mientras trabajas o cuando estás sola. De la misma manera es imprescindible si queremos planificar actividades para satisfacer todas nuestras necesidades. Por ejemplo, mientras esperas que tu pequeño salga de su deporte o escuela, vete a la peluquería, siéntate a leer el libro que te interesa, dibuja o medita.
Metas y proyectos
Las personas exitosas tienen muy claras sus metas, en el caso de las mamás multifacéticas, esta característica debe estar mucho más arraigada si queremos desempeñar todos los roles y concretar nuestros proyectos. Al tener planteado qué queremos hacer con nuestra vida y cómo deseamos que sea nuestro futuro, nos será más fácil trabajar en ello y estaremos automotivándonos constantemente.
Es normal que queramos hacer muchas cosas a la vez pero necesariamente debemos enfocarnos y priorizar una meta por cada aspecto siendo lo más específica que podamos, escríbiéndolas y buscando inspiración.
Cuidado personal
El 30% de los kilos ganados durante el embarazo se eliminan en el parto y el resto queda almacenados en el cuerpo para que nos encarguemos, nuestra fisionomía sufre cambios inevitables. Es aquí cuando prácticamente todas queremos recuperar la figura y al hacerlo, nos sentimos más saludables, con mayor energía y por supuesto, más atractivas. Se trata de no descuidarnos física ni espiritualmente debido a que en ocasiones las mujeres hacemos a un lado el cuidado personal porque vemos con prioridad la atención de los hijos, pero resulta que ambos aspectos influyen poderosamente en nuestro estado de ánimo.
Incluir rutinas de ejercicios, por más sencillas que sean, y adecuarlas a nuestro espacio de tiempo disponible, llevar una alimentación balanceada y consentir un poco nuestra imagen, debe ser casi una obligación para todas las mamás.
Relación de pareja
De por sí las relaciones de pareja cambian con la convivencia diaria, muchísimo más luego de tener hijos. Después de dar a la luz, los enamorados deben trabajar extra para mantener la llama del amor intacta, la mamá por su lado no puede permitir que la rutina o el exceso de atención a los hijos acabe separándolos y para ello debe cultivar los detalles, la sensualidad y la intimidad.
Se trata de incluir en el día a día actividades o momentos para el compartir en pareja y no dar por sentado que el amor siempre estará ahí pase lo que pase.
Ejercer el rol de madre es una gran responsabilidad que requiere de disposición, energía y planificación. La hermosa experiencia de la maternidad no necesariamente debe anular las otras facetas que como seres humanos tenemos derecho a explorar. No es fácil pero si es posible cubrir cada necesidad física y espiritual que tenemos como mujeres al mismo, sólo se necesita determinación y un poco de ayuda pero ¡Sí se puede!